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©AlexanderChampy-McLean
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  • La participación del equipo francés finaliza con su enfrentamiento con el INEOS Britannia

El viaje del Orient Express Racing Team en la 37ª America’s Cup finalizó ayer en Barcelona con el desafío francés decepcionado pero orgulloso de lo mucho que ha sido capaz de conseguir en un corto periodo de tiempo.

En su última prueba de la fase de Round Robin de la Louis Vuitton Cup, la tripulación de Quentin Delapierre debía derrotar al equipo británico INEOS Britannia para tener opciones de seguir en la Louis Vuitton Cup. Aunque han empezado igualados, el barco británico se ha puesto por delante y el equipo francés ha sido incapaz de encontrar una línea de paso.

El comprensible pesar por el resultado se mezcla con un sentimiento de orgullo por lo lejos que ha llegado todo el Orient Express Racing Team, y el convencimiento de que la experiencia adquirida proporcionará una base sólida para un futuro intento de ganar la America’s Cup para Francia.

Con el proyecto en marcha desde febrero del año pasado, y con sólo 46 horas de vuelo desde que el equipo recibió su AC75 el 6 de junio, todos los implicados sabían que el reto era mayúsculo.

“El equipo se ha ido haciendo cada vez más fuerte, y tenemos la ambición de volver”, ha asegurado el capitán y piloto Delapierre. “Cuando lo hagamos, tendremos que ser mejores, esta vez nos ha faltado un poco de margen. En conjunto, lo que hemos conseguido ha sido significativo, pero por desgracia no hemos podido meternos en la semifinal”.

Y ha añadido: “Quiero felicitar a todo el equipo de tierra por su gran trabajo. Es asombroso lo que hemos logrado en solo un año, y haber competido contra equipos con mucha más experiencia es algo digno de destacar”.

Delapierre ha competido hoy con su compañero copiloto Kevin Peponnet, los trimmers Jason Saunders y Matthieu Vandamme, y los potentes cyclors Timothé Lapauw, Antoine Nougarède y los hermanos Rémi y Thibaut Verhoeven.

El CEO del Orient Express Racing Team, Stephan Kandler, también ha destacado la ambición colectiva del equipo y la sensación de logro.

“Estamos decepcionados, es algo que tenemos que digerir, pero éramos conscientes de que empezábamos desde muy atrás. Hemos conseguido ponernos al día, progresar y reducir nuestra desventaja”.

“Está claro que se necesita un número considerable de días en el agua con estos barcos para igualar el nivel de los demás equipos, y eso sin duda nos ha faltado. El tiempo se paga caro y nosotros empleamos mucho del nuestro intentando recuperar el tiempo perdido. Creo que hemos tomado muy buenas decisiones en este sentido, y no hay nada que lamentar”. 

“Si salimos por un momento de la mentalidad de competición y miramos el conjunto, los resultados son muy alentadores. Ahora tenemos un AC75, un AC40, un barco con foils de hidrógeno, una base móvil y una sede principal que se está instalando en la ciudad de Lorient, y talento en todos los ámbitos para gestionar un AC75, gracias a este proyecto del Orient Express Racing Team”.

“Estamos decididos a participar en la próxima edición de la America’s Cup y en otros proyectos intermedios que nos permitan seguir formando parte del equipo. Depende de nosotros recuperarnos y volver más fuertes para la 38ª. Deseamos a los otros Challengers y al Defender una gran regata. Que gane el mejor”.