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  • La primera regata de 1.000 millas organizada por el Real Club Náutico de Palma y el Real Club Marítimo de Melilla es ya la más importante del circuito de la clase Mini 6.50 en el Mediterráneo

Los 40 barcos de la clase Mini inscritos en la regata oceánica Palma-Melilla-Palma A2 ya han llegado al Real Club Náutico de Palma (RCNP), donde este sábado, 9 de noviembre, se dará la salida de esta travesía de 1.000 millas náuticas. A cuatro días del inicio de la competición, la jornada de hoy se ha destinado a la medición y comprobación de las embarcaciones, un proceso indispensable para asegurar que todos las unidades cumplen con los requisitos técnicos y de seguridad estipulados. La clase Mini está formada por barcos de 6,50 metros de eslora sometidos a unas estrictas reglas de homologación y pensados para la navegación en solitario o en tripulación doble. 

El próximo jueves, a las 13:00 horas, el Náutico de Palma será el escenario de la ceremonía de inauguración oficial de la regata, en un acto que contará con la asistencia de autoridades, organizadores y participantes. Durante la presentación se darán a conocer todos los detalles de la competición, impulsada por el navegante oceánico y vocal de vela del RCNP, Hugo Ramón, y diseñada como prueba clasificatoria para la Mini Transat de 2025.

Entre los presentes estará Annabelle Moreau, secretaria de la clase Mini 6.50 desde hace 23 años, quien hoy ha destacado la relevancia de la regata. “Aunque se trata de la primera edición, la Palma-Melilla es la regata más importante del circuito Mediterráneo de este año. Nos interesa mucho ver cómo se desarrolla, porque tiene un recorrido muy interesante que ha atraído a muchos participantes”, ha afirmado Moreau.

El Comité de Regatas del RCNP está analizando las condiciones meteorológicas para elegir el recorrido más adecuado. Entre las opciones se baraja que la flota pase por Cabrera y Formentera antes de poner rumbo a la Ciudad Autónoma de Melilla, lo que depende de las previsiones de viento y mar en los próximos días.

Según Moreau, la buena respuesta de los regatistas se debe a varios factores: “Las razones son, por un lado, la distancia de 1.000 millas, que es casi como la de la Les Sables-Azores, y, por otro, el interés que ha suscitado un recorrido nuevo con llegada en el continente africano, algo que es inédito en el circuito Mini”. Además, ha destacado la hospitalidad del RCNP: “Estamos muy contentos con la acogida del Real Club Náutico de Palma. La verdad es que no estamos acostumbrados a este nivel de atención. Confío en que todo salga bien y en que podamos regresar a Palma en futuras ediciones”.

A diferencia de otras regatas, la Palma-Melilla-Palma no puntuará las etapas de forma independiente, sino que se contabilizará el tiempo total acumulado en ambas travesías. Esto significa que los participantes deberán mantener un alto nivel de rendimiento en todo momento, ya que cualquier contratiempo podrá afectar el resultado final de la competición en su conjunto.

Aleix Sellés, compañero de Hugo Ramón a bordo del velero Cristalmina, ha explicado que, si bien aún es pronto para conocer las condiciones, lo más probable es que el sábado haya “lluvia y buen viento de popa”, hecho que permitiría a los participantes “planear a unos 18 nudos de velocidad”. Sellés ha añadido que, por su trazado, la Palma-Melilla-Palma es una regata “más de velocidad que de estrategia” y el ha garantizado que Cristalmina “está impecable y totalmente preparado” para afrontar la travesía a su máximo rendimiento.